M+6: Escalada
Status:
Agujetas: Check.
Miedo a las alturas: Desmitificado.
Le daré continuidad: SIN DUDA!
Palabra favorita: Pie de gato.
Correlación con M+4 establecida.
Hace frío pero no se me borra la sonrisa de la cara: Acabo de escalar mi primera pared!..
Y además había tachado de mi lista una experiencia que llevaba años posponiendo, a veces por «falta de tiempo», otras por cansancio pereza… en fin, la había dejado pasar demasiadas veces ya.
Pero la historia no empieza el sábado en la mañana en el tren de camino a Xátiva… Empieza días antes, en Valencia, escribiendo a la buena gente de Avensport, para cerrar nuestro grupo de escalada. Cuando los contactamos vía email, recibimos una respuesta súper amable de Elia, quien nos indicaba que no podíamos hacer una reserva sólo para 2 personas para la actividad de escalada, pero al mismo tiempo que nos daba esta mala noticia, nos sugirió otras actividades que tenía disponibles para el fin de semana. La primera impresión fue genial… me encantó que nos aportara una solución al no estar disponible la escalada.
Sin embargo este proyecto, además de ayudarme a no posponer las cosas, de obligarme a no abandonar al tiempo futuro las experiencias que quiero tener, me está ayudando a asimilar una frase que leí hace tiempo y que se quedó en mi mente: «si realmente quieres hacer algo encuentras el modo, si no, encuentras una excusa» … así que Deneb y yo decidimos no rendirnos. El sábado era día de escalada si o si.
Volvimos a escribir a Elia, quién nos indicó los detalles de la actividad, los grupos mínimos que debíamos formar (que en nuestro caso hizo una pequeña excepción), los materiales que deberíamos llevar (que resultaron ser sólo entusiasmo y ganas de pasarlo bien) y nos dijo que si conseguíamos cerrar el grupo para el jueves podríamos irnos de escalada el sábado! Así que convencimos a mi hermana Cris y a mi papá, y cerramos nuestro pequeño grupo. El jueves en la tarde hacíamos la reserva.
Sin embargo, impredecibles como son algunas circunstancias, papá nos dijo que finalmente tenía que trabajar el sábado y que lamentablemente no podía venir :…(. Bajón absoluto. Sin embargo, con la reserva hecha y la plaza pagada, lo que hicimos fue invitar a nuestro amigo Manuel, quien se apuntó sin dudar y se vino con nosotras!
Así que después de estar una semana enloquecidas y emocionadas, temprano por la mañana nos levantamos. En mi imaginación puedo ver un plano partido en cuatro partes donde Deneb da un salto mortal de la cama, Manu se escabulle para no despertar a Mary y yo después de saltar como un resorte de la cama, salgo de mi parte para entrar en la de Cris y despertarla… todo ocurriendo al mismo tiempo. De hecho confieso que me encanta recrear mentalmente estos momentos que tienen que ocurrir de manera más o menos simultánea.
En fin… después de un frugal desayuno y de caminar hasta la estación del Norte, nos encontramos los cuatro jinetes y nos subimos al tren. El trayecto hasta Xátiva se nos hizo eterno, pero una vez allí la mamá de Deneb, Neus, nos recibió con café recién hecho… genial porque al calorcito del sol me había amodorrado un poco. Recogimos el coche y nos pusimos camino a Montesa.
Ya en la calle principal del pueblo nos esperaba nuestro súper monitor Héctor y su hermana Laura, que venía a echarle una mano con nosotros. Así que sin más dilación pusimos camino a la montaña.
Héctor y Laura se presentaron y nos explicaron los rudimentos básicos, primero los arneses, luego los materiales, y nuestro nudo: el ocho. Que orgullosamente podemos decir que nos salían muy bien! Pero eso es por tener muy buenos monitores :P.
Después de enseñarnos el nudo y de ponernos pies de gato, no tuvieron ninguna piedad de nosotros y nos pusieron frente a la roca… y a subir a grito de «vamos bicho que tú puedes!» jajajaja… que después de verlos a ellos subir, con aquel garbo y aquel estilo, estoy segura que nos veíamos como bichos, si…
Nos explicaron que nuestras paredes eran un grado 4 y grado 5 (tengo que documentarme más sobre esto) y la verdad es que fue genial ver cómo efectivamente podíamos subir. Hacer algo, ver que eres capaz… es una sensación increíble. Además es contagiosa, progresivamente me veo capaz de alcanzar otras metas… es cuestión de seguir subiendo.
Me encantó sentir la altura y no tener miedo, me encantó la vista… y ese minuto de pseudosilencio que hay mientras ves dónde poner las manos y luego los pies… y digo pseudosilencio porque abajo todos siguen hablando pero durante un momento dejas de escucharlos, sólo estas arriba, y ves dónde han puesto otros las manos… (lección: las manchas de magnesio son tus amigas)… y me pregunto ¿qué se sentirá ver una pared sin manchas? lo apunto mentalmente para el blog.
Después de una genial mañana cerramos el día todos juntos tomándonos una caña al sol, en un chiringuito que hay al lado de la escuela de escalada. Y nos fuimos a casa con la sensación, no sólo de haber aprendido algo nuevo, o descubierto algo que queremos seguir haciendo, sino con la sensación de haber hecho nuevos amigos. Laura, Héctor: LO PASAMOS GENIAL!!!
ah! y no quiero dejar de recomendar a Avensport para probar deportes nuevos, después de ver cómo funcionan y el cariño que ponen, no puedo más que dedicarles buenas palabras. Elia, nos volveremos a ver en verano seguro! Y para los que quieran echar un ojo les dejo su website y página de facebook.
Más fotos aquí!
Próxima semana: M+7 – Cápsula del tiempo.