Método52 – M52

Cada año llegamos a estas fechas llenos de buenos propósitos para el próximo año, propósitos de todo tipo y naturaleza, que en teoría nos ayudarán a ser mejores, más felices o sencillamente nos harán sentir mejor.

Este año, lejos de embarcarme en uno de estos propósitos con fecha de  caducidad de 15/01/2013, me embarco en lo que representa hasta el momento mi aventura personal más ambiciosa… me embarco en la aventura de cambiarme a mi misma y de expandir mis propias fronteras.

Pero esta  historia no empieza con las reflexiones de año nuevo… empieza el verano pasado en un concierto al que fui con Mónica y Miguel, donde me entregaron una postal que decía: ¿cuándo  fue la última vez que hiciste algo por primera vez? Y desde entonces esa pregunta quedó flotando en mi mente.002_concierto

Tardé algunos meses en dar forma a lo que quería hacer, incluso pasé por fases poco realistas (que gracias a Mónica y Miguel, también pude traer a un plano mas realizable). Tardé algo de tiempo en poder convertir la inspiración en algo tangible, en articular un plan, pero ya lo tengo listo y en marcha… Esta gran aventura de cambiarme a mi misma, de cambiar mis circunstancias, mis hábitos, cambiar lo que me rodea… y sobre todo de transformar los miedos en emoción y dejar atrás los prejuicios de lo que soy capaz o no de hacer… empieza aplicando una regla científica simple: si quieres resultados distintos, prueba cosas distintas… y justo aquí empieza mi viaje.

A lo largo de este año, me he propuesto probar algo que jamás haya hecho antes cada semana, creo que experimentando cosas pequeñas (y otras no tanto) continuamente, acabaré por cambiar yo misma: creceré.

Tengo 52 semanas que se traducen en 52 experiencias que espero me conduzcan a alcanzar ese cambio profundo y progresivo, donde pueda aprender a disfrutar no solo de los resultados, sino del propio viaje y los compañeros con quienes lo comparta.

También debo agradecer a mi primo Gerardo, por su aportación a la hora de dar nombre a mi proyecto. Después de contarle en qué consistía la idea, me asaltó con un whatsapp que decía: “Método52”… me enamoré del nombre en el acto, aunque para hacerlo corto, afectuosamente me refiero a él como M52.

Estoy en un tren mientras escribo este post, voy hacia Madrid, y por mas que pienso y trato de volcarlo en estas líneas, no puedo describir claramente la emoción que siento ahora cuando estoy a escasos días de empezar este experimento… hay días que tengo dudas incluso miedo de no cumplir con lo que me he propuesto, hay días que la certeza de que irá bien es totalmente palpable… es una gran montaña rusa de sensaciones. No quepo en mi misma… sonrío.

Cierro los ojos, respiro… Empieza el viaje!

La próxima semana: Clases de Yoga.

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