M+2: Hornear pan
Status:
Seguir la receta: Check (después de darle vueltas)
Estimar la cantidad correcta de sal: Pendiente.
Tiempo de levado: Pendiente.
Volveré a intentarlo?: SEGURO!
El sábado según mi lista me tocaba hornear pan.
Sin embargo todo tomó lugar de mejor manera de la que tenía prevista porque, por pura casualidad, conté con la compañía de mis amigos Manuel y Sheila, que vinieron de Barcelona a verme y que (sin ofrecer ninguna resistencia) se apuntaron a la experiencia. Ninguno de los tres habíamos hecho nuestro propio pan jamás.
En cuanto a la receta, como no tengo ni idea, sencillamente revisé un poco en internet hasta escoger una, que en apariencia no requería gran experiencia o maestría, por lo cual en principio me pareció perfecta.
Así que después de una agradable comida con mis papás y mi hermana Cris; Sheila, Manuel y yo nos fuimos a casa de mi hermana Vanessa, que nos prestó su fabuloso horno y su experiencia para llevar a cabo nuestro experimento de esta semana. A ella se le da genial la repostería y entiende los procesos de levar y fermentar, sabe de tipos de haría y tiempos de horno; de hecho ella misma me recomendó comprar la harina y la levadura en un horno o panadería, para que estuvieran lo más frescos que fuera posible.
Una vez en su casa nos pusimos manos a la obra desplegando todos nuestros ingredientes en el mesón de la cocina. Reconozco abiertamente que hay ciertas cosas que me parecen bellas, cosas que quizás no había considerado que lo fueran… pero mientras colocábamos todo en su sitio, vi las semillas de sésamo, las de amapola y la levadura y encontré una belleza inesperada en estos ingredientes. Las semillas en ambos casos eran una marea puntillista dorada y negra, elementos fluidos y casi musicales, que fluctuaban en sus bolsas, y la levadura me recordó el perfil de una montaña, con sus distintos niveles de sustrato, cambiando de color, capa a capa, según los eventos que tenían lugar en la tierra. En fin, fueron tres elementos realmente bellos de ver.Pese que lo lógico era seguir la receta tuvimos algunos momentos de discrepancia, yo quería dejar fermentar la levadura en agua durante un rato, pero Vane (y la receta) decían lo contrario… así que después de darle algo de vueltas, seguimos los pasos de la receta uniendo todo en un bowl grande y dejamos que la masa levara hasta doblar su tamaño; cosa que nos llevó más o menos 1 hora 40 minutos.
Ese tiempo de espera lo disfrutamos saboreando una cena ligera que nos preparó mi hermana, que consistía en una tabla variada de quesos, mermelada de tomate, alcaparras, ensalada de tomate con orégano siciliano y aceitunas, acompañado todo con vino tinto. Entre la cena y la compañía el tiempo de espera se esfumó (para casi todos, yo estaba ansiosa vigilando el levado).
Una vez lista la masa, la repartimos en tres partes, para aderezarlas con semillas, yo escogí las de amapola, Sheila las de sésamo y Vane decidió usar su orégano siciliano. Hicimos tres panes redondos más o menos de la misma dimensión y los metimos al horno. Y mientras todo esto ocurría Manuel nos acribillaba a fotos…
Poco a poco el aire fue impregnándose del olor característico del pan recién hecho, ese aroma agradable y cálido, que normalmente nos abre el apetito. Cuarenta minutos de horno dieron como resultado tres hogazas pequeñas, doradas y redondas. Que crujían suavemente mientras se enfriaban.
Una vez en casa, abrimos uno de los panes para probarlos. La miga estaba un poco densa y me quedé cortísima de sal… son los panes mas sosos que me he comido jamás! Sin embargo esta mañana los corté en rodajas y los tosté un poco y al acompañarlo con mantequilla, queso crema y mermelada quedó bastante aceptable.Eso sí… la satisfacción de comer mi propio pan fue increíble.
Finalmente y haciendo unas reflexiones más abstractas las lecciones aprendidas con esta experiencia son:
1.- A veces lo que parece realmente básico y sencillo no es necesariamente facil de hacer … y menos hacerlo bien!
2.- Debo seguir seguir cultivando la paciencia. Pensé que estaba en un estado un poco más avanzado, pero esperar cuando ya las cosas no dependen de mí aún no se me da demasiado bien.
Y en cuanto al pan y esta receta… mis conclusiones son que debo fermentar la levadura antes de integrarla a la harina, dejarlo levar un poco más allá del doble de su volumen, debo poner más sal y hornearlo un poco menos de 40 minutos para que sea un poco más suave. AH! y quiero incorporar las semillas a la masa la próxima vez.
Más fotos del proceso aquí!
Próxima semana: M+3 – Sembrar un árbol.
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Blog: El aderezo – Blog de recetas de cocina.
Enlace original aquí.
Ingredientes (para un pan grande de 900 gr.):
- 700 gr. de harina de fuerza
- 430 gr. de agua tibia
- 20 gr. de levadura de panadero fresca
- 10 gr. de sal.
Elaboración:
Colocamos la harina en un bol grande y hacemos un hueco en el centro.
Deshacemos la levadura en un cuenco con cuatro cucharadas de agua templada.
Vertemos esta preparación, junto con el resto del agua tibia y la sal, en el hueco de la harina.
Mezclamos a mano poco a poco la masa, hasta que ésta se separe de las paredes del bol y presente una apariencia homogénea y firme.
Volcamos la masa sobre la encimera de nuestra cocina, previamente espolvoreada con un poco de harina, y amasamos la masa durante 10 minutos, añadiendo el mínimo posible de harina en este proceso.
Preparamos una bola y la volvemos a guardar en el bol. Lo cubrimos con un paño húmedo y dejamos que doble su tamaño.
El tiempo dependerá de la temperatura, tanto de la masa como de la estancia donde se encuentre, más o menos una o dos horas.
Si no dejamos que leve bien la masa tendremos como resultado un pan pesado y si nos excedemos en el tiempo la masa se nos desparramará por el interior del horno.
Si te ocurre esto último puedes “recuperar” la masa amasándola un par de minutos andes de modelar el pan y déjala levar de nuevo.
Modelamos la masa, bien en forma de pan o bien en forma de barra, y la colocamos en la bandeja del horno, previamente enharinada.
La practicamos unos pequeños cortes en la parte superior y la introducimos al horno 40 minutos a 190º.
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